Por:
Luis Villarreal Gil
Twitter: @luisvillarrealg
Y
es que al interior del Revolucionario Institucional varios son los tiradores
que se apuntan más que listos para ser los abanderados de este instituto
político a la alcaldía capitalina en donde, sin duda, habrá fracturas que, de
no subsanarse de manera interna en tiempo y forma bajo la “unidad” tan pregonada
siempre durante las campañas políticas, mucho tendrán que lamentar puesto que,
por lo que se ve, esta elección no les será nada fácil.
Los
“aispurazos” comienzan a anunciarse con una intensa actividad a través de las
redes sociales en donde uno de los más “agitados” es el diputado Enrique
Benítez, quien por medio de su cuenta personal en twitter el pasado fin de
semana manifestó una postura como de aliado con Adán Soria, exigiendo mayor
apoyo para éste de parte del Gobierno del Estado, acusando de que no recibe el
recurso como es debido y justificando las medidas recaudatorias que el
presidente ha tenido que aplicar como los retenes que se han intensificado en
últimas fechas.
De
nadie es desconocido que este actor político no se queda callado y polemiza a
grado tal de que en la “negociada” pueda salir lo mejor beneficiado posible.
Ojalá no se le salga de control su estrategia de presión y termine aplicando la
del “güero” ahora que está tan de moda la traición a los principios y
postulados partidistas, así como la incongruencia ideológica para dar pie a los
intereses personales.
Y
qué decir del PAN, en donde la disputa que se ha venido presentando es
precisamente derivada de esta corrupción ideológica en boga en el actuar
político en nuestro Estado. En donde para la corriente de Rodolfo Dorador,
apoderada del partido a manos de Víctor Hugo Castañeda, Aispuro resulta la
coyuntura perfecta para la realización de una eventual alianza entre éste y los
partidos de izquierda. La otra corriente de panistas de arraigo, que se han
manifestado en contra de las alianzas que, a decir de actores como Salvador
Salum del Palacio y Francisco Esparza, entre otros, ha sido grave el perjuicio
que la realización de las mismas le ha traído a los blanquiazules en cuanto a
pérdida de espacios se refiere. Dicho sea de paso e independientemente de la
alianza, es notoria la inconformidad que tienen los panistas en cuanto a que
siga Aispuro encabezando las candidaturas que pudiesen ser ocupadas por cuadros
panistas con las mismas posibilidades.
Gonzalo
Yáñez y el Dr. José Ramón Enríquez del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, respectivamente,
están que se les cuecen las habas por que sea Aispuro el candidato y entonces
sí entrarle a la coalición y obtener con esto lo que pudiera ser el último
respiro en su mermada participación política, a fin de mantener vigencia y
poder sostener su estilo de vida oneroso con cargo al erario público. Todo esto
en caso de que sea Aispuro el candidato, se lleve a cabo la alianza entre estos
partidos y logren alcanzar el triunfo en la alcaldía, que si, con todo y su
estrategia de echarle montón al PRI no es así, políticamente quedarán demasiado
deteriorados como para seguir participando, lo cual Durango agradecería
sobremanera.
Para
el PRD que aún no se ha definido ni a favor ni en contra de la alianza, le
queda el generar una estrategia y tomar las mejores decisiones políticas de
acercamiento con la gente, a fin de promoverse y favorecer a sus cuadros
locales, puesto que es posible que el efecto AMLO que les había dado proyección
se torne a la baja ahora que el “peje” les ha abandonado.
Para
el PVEM y el PD tal parece que el camino está trazado, repitiendo la fórmula en
coaliciones parciales con el Revolucionario Institucional, a fin de poder
mantener vigencia y lograr colgarse de un espacio que no han logrado obtener
por diferente vía.
Y
por último el PANAL, que está a la espera de que su dirigente a nivel nacional
realice las negociaciones correspondientes y determine la directriz a seguir en
los estados en donde, a sabiendas de su función electoral “bisagra”, le permiten cotizarse caro al
mejor postor.
A
poco tiempo de que dé comienzo la contienda de manera formal, al menos en lo
interno los partidos, se supone deberían estar preparados y definidos en sus
cuadros y estructura. Sin embargo, la realidad dista mucho de ello y aún faltan
unos cuantos roces y dos que tres “aispurazos”.
Entiéndase
“aispurazo” como la acción de dejar de lado la ideología y la carrera de
partido cuando éste atenta al beneficio personal del afectado. Véase también,
traición, deslealtad, indisciplina.
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