miércoles, 24 de octubre de 2012

SNTE: Flagelo para la educación de los mexicanos.


Por: Luis Villarreal Gil     Twitter: @luisvillarrealg

La educación en México se encuentra estancada en lo referente a la calidad y la preparación que se brinda a los educandos en todos los niveles. Podemos ver con tristeza cómo nuestros jóvenes egresados se enfrentan a la vida laboral sin siquiera tener las herramientas básicas de conocimiento que les permita en el corto o mediano plazo un desarrollo profesional que se traduzca en una mejor calidad de vida para ellos y esto a su vez  en progreso para nuestro país.

Nuestro sistema educativo se evidencia por sí mismo: niños que culminan su educación primaria sin saber leer y escribir correctamente –también llamados analfabetas funcionales- o las fórmulas matemáticas básicas, jóvenes que ascienden de secundaria a preparatoria aún con este mismo rezago y que de igual manera inician su preparación profesional con nulo o muy poco aprendizaje de otros idiomas, computación, programación, etc., que hoy día resultan de suma importancia para hacer frente a la competitividad y las exigencias de un mundo globalizado y, que en México simplemente no se les da la importancia requerida.

El sistema educativo mexicano pareciera estar diseñado más para la creación de mano de obra barata que de emprendedores e impulsores de una alternativa laboral y que a su vez puedan brindar un espacio laboral a otros. En este sentido, en un sistema capitalista y, ante la falta de empleos, el sub empleo o empleos mal pagados resultan la única opción laboral para la mayoría de los mexicanos, eso a los que bien les va. Muchas y muy variadas son las causas de esta problemática, quizá este espacio resulte muy limitado para intentar siquiera analizarlas, si usted, amable lector desea ahondar al respecto, le recomiendo observar el documental de Loret de Mola “De Panzazo” donde se señala que de cada 100 alumnos que inician la primaria, sólo 45 terminan la secundaria, sólo 25 acaban el bachillerato, 13 se inscriben en la universidad y únicamente dos acaban el postgrado. De manera amplia ofrece un panorama de la situación educativa en México.

Uno de los problemas de mayor gravedad al que se enfrenta nuestro sistema educativo es un complejo magisterial monopolizado a través de su sindicato y  utilizado como botín político para ofertar al mejor postor en la búsqueda no de la representación de mejores condiciones laborales sino del empoderamiento de su lideresa que el pasado fin de semana ratificó su permanencia al frente de los maestros por seis años más.

El SNTE, que data sus orígenes en 1949, creado por la CTM como una organización gremial para la defensa y la búsqueda de mejores condiciones laborales del magisterio y que, en esencia, como cualquier organización de este tipo nace con buenas intenciones. Hoy y desde hace ya 23 años se encuentra en poder de Elba Esther Gordillo, quien ha encontrado el mecanismo perfecto de presión que ningún gobernante o candidato quiere echarse a cuestas por el costo político que esto representa: lo mismo se oferta al PAN que al PRI si así conviene a sus intereses, negociando posiciones políticas para sus familiares y más cercanos colaboradores utilizando al Partido Nueva Alianza para este fin.

Sumado a lo anterior y como pago a la “lealtad” hacia el gobierno en turno, recibe una tajada considerable del presupuesto que debería ser destinado a la educación. Nada más para que se dé una idea: dicho sindicato recibió del año 2000 al 2009 más de 1,138 millones de pesos provenientes de la SEP, es decir, aproximadamente 130 millones de pesos al año por conceptos sindicales cuyo destino es incierto, puesto que la transparencia no es precisamente una de las cualidades de doña Elba. De lo que sí estoy seguro es de que dicho dinero no fue empleado para el fortalecimiento de la estructura educativa o para el fomento de la calidad magisterial, lo que en un país en donde existen escuelas de cartón, sin el equipamiento necesario para impartir de manera óptima los conocimientos y en donde el acceso a la educación aún es limitado para algunos, resulta verdaderamente lamentablemente la opacidad en el manejo del recurso que debería emplearse en más y mejor educación para las generaciones emergentes.

La educación en nuestro país se encuentra a manos del SNTE, auspiciado por un sistema educativo y político que le permite privilegiar sus intereses a costa de la educación de nuestros niños y el progreso de nuestra nación.

Es necesario un replanteamiento de las actividades sindicales del magisterio a efecto de hacer eficiente su participación y la responsabilidad para con la educación de los mexicanos, terminar con los cacicazgos tan arraigados en nuestro país al puro estilo de Fidel Velázquez. Saludos con afecto al Lic. José Ramírez Gamero.

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