Por:
Luis Villarreal Gil @luisvillarrealg
Ayer
venció el plazo para el registro de las posibles alianzas para participar por
la gubernatura al Estado de México, en donde solo se concretaron la del PRI con
el PVEM, PES y PANAL y la del PRD con el PT y MC, que aunque esperaban al PAN para
conformar un bloque opositor amplio, no se lograron los acuerdos necesarios, dejando
de lado, con ello, la única posibilidad de triunfo, pues solo juntos hubieran
podido generar una verdadera competencia contra el PRI quien a final de cuentas
resultó beneficiado por esta determinación.
Morena,
otro partido que no acudió a las alianzas, es por lo pronto, la única de las
fuerzas políticas que parece ya tener una definición en cuanto a su candidatura
con la diputada federal con licencia, Delfina Gómez Álvarez, quien en el
arranque de precampaña contó con el espaldarazo de AMLO, además de que en el
mensaje del tabasqueño establece por hecho su candidatura, dicho sea de paso, López
Obrador es uno de los más interesados en obtener buenos resultados en esta
elección puesto que será más que un indicativo para seguir el curso de su
eterna aspiración hacia la presidencia de la República, por lo que seguramente habrá
de concentrar todos sus esfuerzos en este proceso en donde además, como lo sabe
hacer, estaría aprovechando los tiempos para adelantar su propia campaña como
virtual candidato en 2018.
Ahora
lo que le queda al PAN es tratar de convencer a Josefina Vázquez Mota para que
sea su candidata puesto que dadas las mediciones del propio partido, es quien
tiene mayor aceptación en cuanto a las preferencias entre los panistas, de no
aceptar, se acrecentará la pugna al
interior pues hay varios que se sienten con posibilidades y que ante la negativa
de la excandidata presidencial pudieran ser ungidos, tal es el caso de Carlos
Madrazo, Ulises Ramírez, Luis Felipe Bravo y José Luis Duran.
En
el PRI aún no hay definición y el caso pudiera ponerse complejo o no, todo
depende del choque de fuerzas, por un lado está el grupo del presidente Peña y
sus cercanos colaboradores que de alguna manera han mostrado como su posible
candidato al diputado Alfredo del Mazo, sin embargo, es sabido que Alfredo no
es de todas las simpatías del otro grupo, el del actual gobernador Eruviel Ávila,
con quien ya se habría enfrentado por la candidatura en 2011, y en donde se ven
más inclinados por la aspiración de Ana Lilia Herrera o en su caso al actual
dirigente del PRI en el estado, Carlos Iriarte. Todo puede pasar, si como es tradición,
haciendo uso de su calidad de primer priista en el país se impone la voluntad
del presidente, pudiera generarse una fractura que pudiera costarles perder la
elección, de igual forma, si el grupo dominante en la entidad se cierra al
dialogo para la conformación de una candidatura de unidad, pudieran correr
riesgos innecesarios, fácil no está, lo peor que pueden hacer es dividirse,
dado que, en lo general, el PRI no está atravesando por sus mejores momentos
que digamos y porque perder este estado no es cualquier derrota, es iniciar perdiendo
en 2018.
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