lunes, 21 de marzo de 2016

“Campañas negras” lastre para la democracia.


Por: Luis Villarreal Gil               @luisvillarrealg

Aun no da comienzo el proceso electoral y ya hay equipos de campaña que empezaron a desplegar una serie de acciones de las denominadas “campañas negras”, lo cual no es más que un indicativo de que estamos por vivir un proceso que se verá superado por las descalificaciones, los ataques y las calumnias entre las diferentes fuerzas políticas.

Las redes sociales más allá de ser utilizadas de manera positiva, son aprovechadas por los operadores de cada uno de los equipos, para que, desde el anonimato en la mayoría de las ocasiones, distribuyan información a manera de ataque por medio de videos o comentarios carentes de fundamento con la intención precisamente de generar inestabilidad e incertidumbre entre el electorado.

Es de llamar la atención dado que, siendo el sufragio el momento fundamental en el que un ciudadano participa activamente, o mejor dicho,  para la gran mayoría de ciudadanos, el voto es su única forma de participar en las cuestiones políticas y sumado a esto, el nivel de desconfianza, falta de credibilidad y hartazgo que la gente tiene hacia los partidos políticos y sus actores, lo que menos se espera de un proceso es ver como candidatos y partidos protagonizan cruentas escenas de batalla enfrascados en una lucha voraz por obtener el poder.

Y es que la implementación de este tipo de estrategias, que en últimos tiempos han sido aplicadas por consultores que son contratados para ofertar opciones políticas tal si fueran productos, aplicando el marketing electoral, tan de moda en la actualidad, han traído como consecuencia que disminuya el contenido de las campañas, bajo la premisa de que el ciudadano vota movido por los sentimientos, venden al candidato con mensajes de amor u odio, directos a las emociones, ante lo cual, lamentablemente la gran mayoría sucumbe, esto sin duda, representa un grave riesgo para la democracia, pero sobre todo para la generación de gobiernos eficaces, dado que se dejan de lado las propuestas, la trayectoria personal y política, el buen vivir y las capacidades, es decir, al elector no le queda más que elegir una opción entre quien ataco más o quien se defendió mejor, en lugar de comparar de manera racional con información real y concreta sobre propuestas y planteamiento de soluciones a las más sentidas necesidades ciudadanas.

Estas “campañas negras” o “sucias” traen consigo también otras graves consecuencias; polarizan a la sociedad, degradan a las instituciones y la democracia, limitan el debate constructivo, provocan apatía y abstencionismo entre el electorado, en una democracia tan cara como la nuestra y que tanto ha costado consolidar, esto representa un grave lastre para su desarrollo, confunden al ciudadano y lo distraen de las verdaderas problemáticas sociales, si bien es cierto, hoy la ciudadanía cuenta con mayor información y conocimiento de la política y sus actores, por medio de las múltiples plataformas existentes, los partidos y los políticos deberían abonarle a la civilidad con campañas de altura, positivas, que redunden después del proceso, en gobiernos competentes, sustentados en una plataforma social legitima que respalde a sus gobernantes y que sea capaz de exigir resultados.

Es necesario que los partidos, los candidatos y sus equipos replanteen sus estrategias, tomen en cuenta que las “campañas negras” dividen y erosionan la armonía social, el proceso electoral debe basarse en la civilidad y el respeto, acatando la reglamentación establecida sin aprovecharse de “las lagunas” que se generan a través de la interpretación de la misma, las diferencias y los conflictos políticos, no deben trascender al ámbito ciudadano, las campañas deben tener como principal objetivo coadyuvar para que el elector pueda decidir su voto con más y mejor información y esto solo se logra por medio de campañas propositivas y proactivas.

Lo que más me parece extraño es que las “campañas negras”, generalmente son utilizadas por aquella opción política que se siente en desventaja o va perdiendo, recurrir a ellas representa una medida desesperada de tratar de bajar la preferencia del contrincante, aun no comienza el proceso y ya son una constante, o los están asesorando mal, o ya hay quienes se sienten perdidos, esperemos recapaciten y que el ejercicio democrático y la labor política recobre credibilidad y confianza el ciudadano lo merece.

*Campaña negra.- Es aquella que se realiza con la intención de denostar  a cierta persona  a través de propaganda mal intencionada que puede implicar cuestiones familiares, pasionales, de corrupción, vicios, escándalos,  etc.
La campaña negra difiere de la campaña negativa en que esta ultima concentra su estrategia en la descalificación del adversario pero con hechos reales y sustentados no así con la calumnia y el engaño.



lunes, 14 de marzo de 2016

JHC; Un político visionario


Por: Luis Villarreal Gil               @luisvillarrealg

Recuerdo hace algunos años, en específico el 2006, en mis inicios en la participación política, como cualquier otro joven, curioso, expectante, un tanto incrédulo  y renuente, crítico pero a la vez preocupado por el acontecer social y político de Durango, en aras de poder contribuir y participar activamente en un proyecto de beneficio para mi Estado, fue que a través de una organización que tenía a bien presidir en ese entonces – Jóvenes por Durango-, logramos concertar una charla con Jorge Herrera Caldera, quien venía de renunciar a la Secretaría de Finanzas tratando de convertirse en el candidato a la presidencia municipal por el Partido Revolucionario Institucional.

Cerca de ochenta jóvenes, en su mayoría estudiantes y profesionistas, tuvimos la posibilidad de escuchar de viva voz del precandidato a la alcaldía, todo un plan estratégico que planteaba a Durango en la vía del progreso y del desarrollo, quizá entonces, no lográbamos comprender la magnitud de la visión y la convicción con la que el contador nos externaba su pensar, exitoso como empresario, sabedor de las finanzas públicas y su manejo, pero sobre todo consiente de las carencias que atravesaba Durango en infraestructura logística y carretera, que no habían permitido el posicionamiento de nuestro estado en el plano nacional e internacional y que por mucho tiempo fueron limitantes del desarrollo y el progreso, factor de muy poco crecimiento en comparación con otros estados de la República.

“Jóvenes, lo que viene para Durango los obliga a prepararse, vendrán empresas, traeremos industria, para ello requerirán no solo hablar inglés, aprendan chino, vamos a necesitar ingenieros, vamos a requerir gente capacitada para que sean ustedes quienes ocupen esos espacios y no vengan a ocuparlos gente de fuera” palabras más palabras menos, que más que un discurso político representaban un mensaje premonitorio que vendría a cambiar la realidad de la sociedad duranguense para el beneficio de la nuestra y de futuras generaciones.

Su papa, - decía el contador - refiriéndose a mí y a otro de mis hermanos ahí presentes, “Antonio Villarreal, fue un impulsor del progreso, iniciador del movimiento del Cerro del Mercado en el 66, representó a una generación preocupada por la industrialización de Durango, que veían día con día la injusticia de la explotación del cerro para trasladar el mineral al estado de Nuevo León, sin dejar un beneficio tangible para la sociedad duranguense, entonces como ahora existe esa necesidad de posicionar a nuestro estado con un proyecto estratégico de crecimiento, y lo vamos a lograr”.

Hoy en el marco del sexto informe de nuestro gobernador Jorge Herrera Caldera, más allá de los datos que puedan verterse en cuanto a lo alcanzado en esta gestión gubernamental, que por mucho rebasan la expectativa, podemos dar cuenta de que cuando se gobierna con una visión clara de lo que se pretende y de lo que se necesita para alcanzar el desarrollo, ocurren grandes cosas, hoy Durango es diferente, y lo que aquí escribo no es lisonja, la conectividad carretera, la infraestructura logística, el auge turístico que de a poco va cobrando fuerza, universidades que vienen a ampliar la oferta educativa y las oportunidades que hoy tienen los jóvenes de desarrollarse laboralmente, en fin las palabras de un político visionario hace cerca de nueve años, hoy son muestras claras de un gobierno eficaz, de un gobierno que supo aprovechar las desventajas y convertirlas en oportunidades, en aquel entonces cuando platique por primera vez con Jorge Herrera Caldera, convencido por su seguridad le manifesté mi total apoyo y respaldo a su causa, hoy convencido por sus acciones le reitero un gran reconocimiento y admiración.  

Durango debe seguir en este camino, debe darse continuidad a este gran proyecto, las confrontaciones políticas por alcanzar el poder solo van en detrimento del bienestar colectivo y no abonan en nada a la consolidación de nuestro estado y su gran potencial que hoy por hoy nos posicionan en el ámbito nacional e internacional.

  • Y el poder para qué, dijo Darío Echandía. -

martes, 8 de marzo de 2016

La estrategia electoral


Por: Luis Villarreal Gil               @luisvillarrealg

En los últimos años, he tenido oportunidad de participar en diversos procesos electorales en diferentes perspectivas en cada uno de ellos, desde el territorio en brigadas hasta la coordinación de campaña, no solo en Durango, sino que también se me ha dado la posibilidad de operar en diversos estados de la República Mexicana.

Bien dicen que cada proceso electoral es diferente, difieren sobremanera de acuerdo al contexto político y social particular de que se trate la elección en cuestión, sin embargo, hay siempre una constante y eso tiene que ver con la conquista del voto como objetivo primordial de cualquier partido político y de cualquier candidato ya sea para ganar, para posicionarse, para mantener un registro, etc. 

Los formatos de campaña suelen ser similares, es decir, la estructura de un partido político y lo que conocemos como el voto duro, tiende a manifestarse igual de un proceso a otro a menos de que existan factores que por su complejidad o causas externas modifican los resultados, estos factores son derivados del propio contexto político.
Para ejemplificar lo anterior, puedo citar la elección a gobernador en Durango de 2010 en donde el factor que puso en riesgo el triunfo del PRI fue precisamente la ascendencia priista del candidato opositor, quien aprovechándose de la estructura y el conocimiento del manejo de la política interna, permeo en las bases logrando el apoyo, en su mayoría oculto, de la militancia del Revolucionario Institucional situación que no fue prevista o se le restó importancia, dado que la ventaja del candidato del PRI se mantenía por más de catorce puntos arriba, los resultados el día de la elección fueron otros.

Otro caso reciente fue la elección a la alcaldía de Cuernavaca, Morelos, en donde Cuauhtémoc Blanco, postulado por un partido con nulas posibilidades de ganar, se alzó con el triunfo derivado del posicionamiento del futbolista con lo cual se logro incidir de manera negativa en los resultados de otros partidos incluso en las diputaciones por el arrastre que este personaje generó, de igual forma se menospreció la influencia que este factor podría ocasionar en la tendencia del voto dada la estructura de los partidos de mayor fortaleza como es el caso del PRD y del PRI en aquella entidad, incluso logró ponerse por encima de la operación política del Gobernador de Morelos quien utilizo todos los recursos a su alcance para favorecer a su candidato, Cuauhtémoc gano sin problemas.

Sin duda que en los procesos electorales existen otros factores que se conjugan, el triunfo o la derrota no dependen específicamente de una sola causa, más sin embargo el estudio de este tipo de fenómenos, a quienes nos dedicamos al procesamiento de datos electorales así como la operación en campañas, puede generarnos una tendencia para poder plantear una estrategia adecuada en el caso concreto.  

Hoy en Durango, podría pensarse que estamos viviendo un proceso que se antoja similar al ocurrido en 2010 - PAN con el mismo candidato en alianza con el PRD - nada más distante de la realidad, pensar que los resultados serán similares porque así lo determina el histórico electoral sin considerar otros factores, es una gran equivocación.

Con mero afán de realizar un ejercicio y sin ahondar en lo electoral por falta de espacio, a mi consideración en base a la experiencia, planteo diversos factores que deberán considerar los expertos operadores de la estrategia de uno u otro equipo:

1.-  El posicionamiento que alcanzó Aispuro en 2010 respondió a su salida del Revolucionario Institucional en donde muchos actores aún sin manifestarlo se solidarizaron a su causa, la victimización que vendió antes no le funcionara en este proceso.

2.- El apoyo financiero y de estructura que en 2010 le brindo el Gobierno Federal en manos del PAN, fue crucial para el desempeño de la campaña de la alianza opositora en donde lograron “comprar” activos incluso al interior del Revolucionario Institucional, hoy esa ventaja le favorece al PRI y dicho sea de paso sabe operarla mejor.

3.- El experimento de alianza entre el PAN y el PRD de alguna manera les funciono en algunos estados, representaba en ese entonces y ahora una conjunción inédita, que parecía impensable entre estos dos partidos por su diferencia ideológica sin embargo, fue una novedad. Hoy esta alianza ha perdido credibilidad incluso al interior de ambos partidos no han logrado del todo cohesionarse en un solo proyecto.

4.- La aspiración de Leticia Herrera a la gubernatura del estado y el encono que se generó entre los gomezpalatinos en torno a la determinación del candidato del PRI, sin duda habrá de generar una variación en la tendencia del voto en la Región Lagunera, voto, que en últimos procesos le ha representado el triunfo al tricolor.

5.- La participación de 6 candidatos a la gubernatura habrá de debilitar el voto opositor, el del PRI con su estructura podría consolidar el triunfo.

De forma sintetizada se plantean los cinco puntos anteriores mismos que son motivo de análisis, hay más, pudiéramos plantear números y especificar áreas de oportunidad o de riesgo, pero tendría que cobrarles mis honorarios.