Por: Luis Villarreal Gil
@luisvillarrealg
Hoy en día, el poder adquisitivo del ciudadano promedio es verdaderamente
bajo e inalcanzable para satisfacer sus necesidades básicas y de consumo de los
insumos necesarios para el diario vivir, y es que la gran diferencia entre el
incremento de los precios derivado en cadena por el aumento gradual que en los
últimos años ha presentado la gasolina y algunos otros energéticos contra el
aumento que se diera al salario mínimo a partir del primero de enero de este
año a razón del 3.9 por ciento (2.39 pesos), pareciera que se trata de una
burla al esfuerzo de cualquier mexicano que lucha día con día por salir
adelante y sacar adelante a su familia.
Echándole cuentas, para ejemplificar esto, un galón de leche cuesta 24
pesos, medio kilo de huevo 13, dos panes 5 y un bote de frijoles 13 esto en
total suma 55 pesos solo para el desayuno básico de 3 o 4 personas, ¿y la
comida?, ¿y la cena?, ¿y el camión para ir al trabajo?, en qué cabeza cabe pues
pensar que con un salario mínimo, es decir, 63.77 pesos (en la zona “B” a la
que pertenece Durango), se puedan satisfacer las necesidades de cualquiera y es
que, ya entrados en materia, la Constitución establece, en su artículo
123, cito textual:
"Los salarios mínimos generales deberán
ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia,
en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria
de los hijos".
Sinceramente, estimado lector ¿Usted cree que 63 pesos diarios pudieran
ser suficientes para mantener una familia?, Si difícilmente creo que una sola
persona pueda subsistir con esa cantidad, no me imagino la situación de una pareja
con dos o más hijos pudiendo acceder a lo más mínimo indispensable para vivir,
mucho menos que se pueda proveer además cultura y educación.
Lo cierto es que la gente, de algún modo u otro subsiste y sale adelante,
nunca falta que la despensita, los programas asistenciales, el fiado, el first
cash, etc. Sin embargo, ¿no es cuestión también de falta de voluntad y
sensibilidad política? Es decir, los salarios mínimos son fijados por una
comisión nacional integrada por representantes tanto de los trabajadores como
de los patrones y el gobierno, quienes la integran ¿sabrán realmente lo
que es padecer hambre? ¿Sabrán lo que representa para un padre de familia no
poder satisfacer las necesidades básicas de sus hijos?, obviamente no tienen ni
la más remota idea de lo que es tratar de sobrevivir con esa cantidad, ya ve al
ex titular de hacienda Ernesto Cordero que aseguraba que con seis mil pesos alcanzaba
para pagar casa, coche y escuela de paga, absurdo ¿no cree?
Entonces pues, como mucho
de lo que contempla la Constitución, el artículo 123, en lo referente al tema aquí
planteado, no es más que una utopía jurídica en donde lo establecido dista
mucho de la realidad, no por el hecho de que no pueda llevarse a cabo, sino por
que quienes son responsables de la aplicación de las leyes la interpretan de
manera contraria a los intereses del pueblo.
A manera de reflexión, me
parece importante mencionar que en Estados Unidos el salario mínimo por hora es
de 7.25 dólares, 58 en una jornada de ocho horas lo cual representa mil 392
dólares al mes, en pesos algo así como
18 mil, que si bien allá se gasta en dólares y son más elevados los precios, la
calidad de vida a la que pueden acceder con un salario así es por mucho mejor a
la que millones de mexicanos pueden costearse con lo precario del salario mínimo
en nuestro país.
En fin, ya lo estableció León
Trotski “Exponer a los oprimidos la verdad sobre la situación es abrirles el
camino a la revolución” así que a mí ni me lean.
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