Las reformas políticas en México y su evolución hasta el sistema contemporáneo. (Primera de dos partes)
Por: Luis Villarreal Gil
En la actualidad el tema de la reforma política es objeto de variadas discusiones entre partidos a través de sus representantes en las cámaras, además de objeto de análisis de pensadores con ideologías diversas que se manifiestan en torno a los pros y los contras de la aprobación o negación en su caso, de dar curso a que el sistema político de nuestro país sufra cambios en su estructura con el fin de mejorar los procedimientos para llevar a cabo procesos democráticos, transparentes y garantes de la voluntad popular que se traduzcan en mejores condiciones de vida para los ciudadanos y en donde se privilegie el sentir de las mayorías pero con absoluto respeto del sentir de las minorías y en donde sean englobadas las diferentes ideologías y divergencias políticas, encaminado todo hacia una sociedad plural en armonía y progreso constante.
Ante este escenario es de suma importancia analizar los diferentes cambios que a lo largo del tiempo y a través de diferentes reformas han venido a conformar el sistema político actual, esto con el fin de generar un mejor entendimiento de las reformas propuestas actualmente y hacia donde van encaminadas.
La transición a la democracia en México solo podremos comprenderla a cabalidad si la entendemos como un proceso gradual, en el que los cambios fueron presentándose parcialmente. Este proceso de cambio político electoral comenzó a darse de manera clara con la reforma de 1977, lo anterior a esto no significa que no haya tenido impacto para la transición a la democracia en México, por el contrario es aquí donde se marca un cambio sustancial en los procedimientos políticos ya que la hegemonía del partido en el poder (Revolucionario Institucional), y un sistema cerrado a la creación de nuevas opciones de representación limitaban la participación de ideologías diversas a la del poder en turno, puesto que era facultad exclusiva de la Secretaría de Gobernación el otorgar el registro a los partidos políticos y de los pocos que contaban con registro, era el PAN el único que podía considerarse como verdadera oposición ya que el Partido Popular Socialista y el Partido Autentico de la Revolución Mexicana invariablemente debían postular a los mismos candidatos que el PRI. Es a partir de aquí que comienza a haber un crecimiento en el pluralismo político, citando a Jesús Reyes Heroles a quien se le atribuye la autoría intelectual de esta reforma pudiéramos comprender de una manera más acertada su fin primordial “…. Que el Estado ensanche las posibilidades de la representación política, de tal manera que se pueda captar en los órganos de representación nacional el complicado mosaico ideológico nacional de una corriente mayoritaria, y pequeñas corrientes que, difiriendo en mucho de la mayoritaria, forman parte de la nación…”
Entre los ejes rectores de la primera de las reformas electorales cabe resaltar los siguientes:
*Se incorporo el mecanismo de elección proporcional para elegir a una parte de los integrantes de la cámara de diputados.
*La opción a que agrupaciones de ciudadanos obtuvieran su registro como partidos políticos.
*El acceso al financiamiento público y a espacios en los medios de comunicación
*La posibilidad directa para que los partidos políticos nacionales pudieran participar en las elecciones.
Podemos concluir esta etapa resumiendo que la reforma de 1977 permitió que el sistema de partidos se abriera dando entrada a nuevas fuerzas políticas, con lo que propició y estimulo la recreación de la pluralidad política e ideológica.
La segunda de las reformas electorales aprobada en 1986 quedó marcada por un suceso de retroceso en la recién iniciada vida democrática de nuestro país, pues contemplaba la modificación de la integración de la comisión federal electoral, permitiendo que los partidos políticos tuvieran injerencia en las decisiones en base a la proporción de sus votos, por lo que de los 31 integrantes 16 pertenecían al partido Revolucionario Institucional quienes al ser mayoría tenían el control absoluto en las votaciones. Así, éste órgano tuvo en sus manos la organización de del proceso electoral de 1988 el cual quedó marcado en la historia por el fraude electoral, la opacidad en el manejo de las cifras y con dudas en torno al resultado que daba por virtual ganador a Carlos Salinas de Gortari. En esta etapa se puso de manifiesto la necesidad de contar con un órgano externo al aparato gubernamental para la realización de los comicios electorales, México debía contar con autoridades imparciales para garantizar la legitimidad de los procesos con lo cual quedo por sentado el precedente para las futuras reformas por venir.
Pasamos ahora a la reforma que se dio entre 1989-1990 con la cual vinieron cambios sustanciales en los procedimientos electorales. Con el antecedente fraudulento con el que fuera llevada a cabo la elección presidencial de 1988 un tema prioritario en torno a las nuevas reformas no podía ser otro que la creación de un organismo autónomo e independiente para la organización de los procesos electorales, por lo cual se sustituyo la Comisión Federal Electoral por el Instituto Federal Electoral ésta, aún estaba integrada por el poder ejecutivo, legislativo, una representación de los partidos políticos y representantes ciudadanos en cuya evolución la tendencia fue hacia la “ciudadanización” con lo cual se pretendía que los ciudadanos formaran parte de todas las instancias que conformaban al IFE. Paralelamente se implementaron mecanismos de especialización para contribuir a dar certeza y confianza en la organización y desarrollo de los procesos electorales. Se implemento también el Tribunal Electoral para dar certeza de legalidad en el actuar del recién creado Instituto Federal Electoral.
En la reforma de 1993 se implemento la fiscalización de los recursos otorgados a los partidos políticos y el destino de estos, en especial por el respeto de los topes de gasto en las campañas electorales, mismos que eran determinados por el IFE. Se dio también un gran avance en torno a la certificación del padrón electoral por medio de la implementación de la credencial para votar con fotografía.
La reforma de 1996 a grandes rasgos se implemento para el fortalecimiento en torno a la confiabilidad de los procesos electorales al promoverse cambios en la estructura del IFE dotándolo de mayores facultades en torno a la fiscalización de los recursos manejados por los partidos políticos. Esta reforma estuvo centrada en cuatro ejes fundamentales:
1) la revisión de la estructura de los dos órganos electorales.
2) La renovación de las condiciones de la competencia
3) Establecimiento de nuevas reglas para integrar el poder legislativo (particularmente al senado).
4) La reforma al régimen de Gobierno al Distrito Federal.
Ya para el año 2000 las condiciones de la competencia política se llevaron a cabo en un marco democrático en circunstancias similares para los tres partidos principales, las reformas que se habían gestado con anterioridad generaron las condiciones para que por primera vez después de 70 años del Revolucionario Institucional en el poder, se diera la alternancia en la Presidencia de la República y en donde Vicente Fox abanderado de la coalición de Acción Nacional y Partido Verde Ecologista triunfara en las elecciones por 6 puntos porcentuales por encima del candidato priista iniciando con esto una nueva etapa en la vida democrática de nuestro país.
Continuará…
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