@luisvillarrealg
Ya inmersos en el proceso
electoral para la renovación de la gubernatura, alcaldías y diputaciones, el
escenario político parece estarse configurando en torno a lo que será un
proceso de alta competencia y polarización del electorado ante las dos fuerzas
de mayor relevancia en el estado. Por un lado el Dr. Esteban Villegas
Villarreal del Revolucionario Institucional quien ha logrado establecer la
unidad en torno a su candidatura y parece ir avanzando en la generación de
acuerdos con las diferentes corrientes al interior y que en su conjunto
conforman la maquinaria del partido; estructura que no es fácil de vencer y que
sabe responder a la hora de ganar elecciones.
Por el otro lado se
encuentra José Rosas Asipuro quien en su nombre encuentra su principal activo
dado que ha sido un político que se ha mantenido vigente entre el electorado y
que ha venido construyendo desde la derrota de 2010 el escenario para su
participación en este proceso, abanderando la causa del PAN y en su caso del
PRD, partidos que por sí mismos que no cuentan con un posicionamiento relevante
en el estado y que hoy ven en “el güero” la única posibilidad de obtener
espacios de poder que les permitan figurar en el contexto político del estado
en lo posterior.
Así las cosas, todo parece
indicar que PAN y PRD participaran bajo la modalidad de candidatura común dado
que las dirigencias nacionales de ambos partidos así lo determinaron, en donde
entre otros estados, los primeros que se
firmarían sería Zacatecas encabezada por los perredistas y Durango por el PAN
con Aispuro, ante esta circunstancia en la cual por ir encabezando pudiera
pensarse que Acción Nacional saldría con la ventaja en cuanto a espacios y
posicionamiento, en la práctica esto dista mucho de la realidad por los
siguientes motivos:
1.- La ascendencia priista
de Aispuro definitivamente habrá de influir para que este realice negociaciones
y amarres con perfiles priistas ofreciéndoles espacios y posiciones tanto en
los municipios como en la estructura gubernamental limitando así a perfiles
panistas que ya se frotan las manos ante la posibilidad de acceder por primera
vez al gobierno del estado.
2.- La participación con el
PRD seguramente habrá de costarle al PAN espacios que tendrán que ceder, en
donde los amarillos deberán encabezar candidaturas en algunos municipios,
posiciones en las regidurías, quizá hasta un distrito o espacios relevantes en
las listas plurinominales lo cual es un precio demasiado elevado para un
partido que tiene muy poco que ofrecerles electoralmente hablando y que por el
contrario les resta votos de panistas que no coinciden con este tipo de
alianzas pragmáticas y sin sentido ideológico.
3.- La posibilidad de que
José Ramón Enríquez sea el candidato a la alcaldía de la capital dejando fuera
a perfiles panistas con igual o mayor posicionamiento como lo es Jorge Salum o
Toño Ochoa es considerada por mismos panistas como una agresión a su militancia
y trayectoria.
Lo que quizá en Acción
Nacional no se han puesto a pensar es en que va a pasar si pierden, es decir, el
PRD lograría un posicionamiento a costas del arrastre de Aispuro en las urnas
mismo que una vez terminado el proceso no compartirán con los panistas, en el
caso de ganar algún municipio que les toque encabezar en la candidatura, con
toda certeza habrán de hacer un lado a la militancia del PAN.
Entonces los espacios
plurinominales y de representación a los que tanto están acostumbrados en el PAN
habrán de verse mermados por el reparto que necesariamente se tendría que hacer
previo al proceso en donde el PRD estaría alcanzando posiciones que de otra
manera no lograría.
Hay motivos suficientes que
obligan a los panistas a replantearse si
realmente necesitan del PRD y de actores externos al partido para hacer frente
al proceso electoral que si bien es cierto para el membrete y generar la
percepción de partidos unidos contra el PRI serían funcionales, estoy
convencido de que electoralmente más que sumar le restan.
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