·Podemos solos; PRD
·Tenemos perfiles suficientes; PAN
Por: Luis Villarreal Gil
@luisvillarrealg
A últimas
fechas a punto de concretarse la alianza entre los partidos Acción Nacional y
el de la Revolución Democrática en el estado de Durango, para contender con
candidaturas comunes a la gubernatura y los diferentes puestos de elección que
estarán en juego el próximo domingo 5 de junio, todo parece indicar que ni uno
ni otro partido logran estar conformes con la decisión de participar juntos en
este proceso electoral, determinación que dicho sea de paso, se tomó desde las cúpulas
nacionales de ambos partidos sin mediar opinión de los locales.
Así,
a los perredistas les tocara encabezar las candidaturas en al menos diez
municipios, tres distritos y un buen número de regidurías manteniendo además, por
transferencia de votos, el espacio en el congreso local que obtiene este
partido por la vía plurinominal, sin embargo a decir de propios perredistas,
estos espacios los podrían obtener participando sin el PAN, esto así lo diera a
conocer hace unos días el secretario General del Comité Ejecutivo Estatal del
partido de la Revolución Democrática, Miguel Lazalde quien asegura que la
alianza con el PAN aún no es una garantía en nuestro estado y que si bien están
siguiendo los lineamientos que les marca el nacional, en la dirigencia local están
velando por asegurar lo mejor para el partido y por la consolidación de un plan
de gobierno conjunto, situación que por lo visto no han logrado.
Por
su parte entre los panistas también hay inconformidad; en primera instancia por
que al encabezar el PRD ciertos espacios, se estaría desplazando a militantes
panistas que también tienen aspiraciones y que por los acuerdos pactados
quedarían fuera de la jugada en el próximo proceso electoral, tal es el caso,
por mencionar alguno, de Jorge Salum del Palacio y Antonio Ochoa quienes
abiertamente han manifestado sus aspiraciones de contender hacia la alcaldía de
Durango y en donde sin tomar en cuenta la opinión de la militancia albiazul, ni
sondeos que posicionan a los panistas en las preferencias por encima de otros
perfiles, el dirigente de este partido Juan Quiñones, previo pacto con José
Rosas Aispuro, están impulsando al Dr. José Ramón Enríquez para que sea el
candidato a la presidencia municipal, una vez que renuncie a su partido el
Movimiento Ciudadano mismo que por disposiciones de la dirigencia nacional no
habrán de participar en ningún tipo de alianza en este proceso electoral.
El
caso llegó a la dirigencia nacional a través de un documento signado por cinco
ex dirigentes del comité estatal del PAN en Durango, los cuales solicitan al
dirigente nacional, Ricardo Anaya y a la comisión permanente, se designe a un
panista como aspirante a la alcaldía capitalina, uno de los firmantes,
Bonifacio Herrera, manifestó que: “Desde nuestra perspectiva consideramos que
el partido Acción Nacional está lo suficientemente posicionado en el electorado
y cuenta con las figuras suficientes para enfrentar esta campaña con Aispuro en
la candidatura” o lo que es lo mismo – no necesitamos al PRD ni a ninguna otra
corriente externa-
Total
que a poco de que se les venza el plazo para formalizar un convenio de
coalición, en la práctica todo parece indicar que ni a azules ni a amarillos
les motiva mucho la participación conjunta en cuanto a Durango se refiere, de
seguirse empeñando las dirigencias nacionales en forzar esta alianza, la propia
dinámica de la campaña entre las militancias de ambos partidos resentidas, aspirantes
que tendrán que sucumbir para otorgarle su espacio a un perfil externo a su
propio partido y sumado a ello la falta de convencimiento de los candidatos para
promover un proyecto en el que no coinciden, habrá de desdibujar la esencia de
ambos institutos políticos como ha ocurrido en otras entidades, en donde el
reflejo de este tipo de acciones impacta en la falta de credibilidad y
posicionamiento de ambos partidos que no logran permear en el ánimo del electorado,
Colima es la clara muestra.
Por
lo que se ve, esta alianza no es motivada por el ánimo de la militancia de uno
u otro partido, es más bien una simple ocurrencia de unos cuantos, con el único
interés de generar la percepción de apoyo hacia el proyecto de Aispuro, dado
que no ha logrado despertar el interés que causo hace seis años, piénselo, si
los números les cuadraran no estarían tan complacientes ofertando espacios a
diestra y siniestra a diversas corrientes políticas.