Por:
Luis Carlos Villarreal Gil twitter:
@luisvillarrealg
El
Partido Verde Ecologista de México
ha representado un crecimiento considerable en las últimas elecciones al
posicionarse hoy como la cuarta fuerza política a nivel nacional, cogobierna el país con el
Revolucionario Institucional bajo el liderazgo del Presidente de la República Enrique Peña Nieto, contamos
con una importante presencia en el Congreso de la Unión a razón de siete senadores
y veintiocho diputados, así
como una amplia plantilla de diputados locales, regidores, presidentes
municipales y, por primera vez en su historia, un gobernador emanado de las
filas verde ecologistas en la persona de Manuel Velasco Coello en el Estado de
Chiapas.
Este
crecimiento en estructura y representación a lo largo y ancho del país trae, de manera colateral, la inclusión a sus filas de
cuadros ideológicos
divergentes y plurales con variantes en su actividad política derivada, en
primera instancia, de su formación y, en segundo plano del contexto social y las condiciones
en que se lleva a cabo su participación. Ante esto, el PVEM que surgiera de la inquietud de un
grupo de vecinos preocupados por el medio ambiente, hoy se encuentra en la vía del crecimiento
que trasciende a las diversas problemáticas de México,
abarcando sectores sociales pluriculturales, aglomerando así diversas causas y
exigencias que, de manera propositiva deben ser tomadas en cuenta en la búsqueda conjunta del
estado de bienestar, la libertad y la justicia social para todos los mexicanos.
En
este contexto, la aceptación
electoral que tuvo el partido en sus inicios era proveniente en gran medida de
grupos ambientalistas y personas afines a las causas ecológicas. Se contó además con la favorable
tendencia de conciencia ambiental que
hoy se encuentra en boga a nivel internacional con un mayor ahínco en economías emergentes como
la nuestra en pro de la sustentabilidad y el desarrollo en armonía con el medio
ambiente. Al día
de hoy, nos hemos convertido en una alternativa viable que contribuye al
desarrollo y progreso de México
desde diferentes perspectivas, la gama de preferencias electorales a nuestro
favor se ha ampliado, es decir, ha pasado de ser meramente ambiental a la
representación
social en todo ámbito,
situación
que nos obliga, sin perder nuestra esencia, a replantear la manera de ofertar
nuestro proyecto e implementar técnicas y procedimientos en la búsqueda del
posicionamiento social, que deben ser acordes al crecimiento exponencial de
nuestro partido y la expectativa generada por la confianza de los millones de
mexicanos que ven en el PVEM un partido serio, responsable y capaz de hacer
frente a los retos de México
que demanda una ciudadanía
cada vez más
exigente hacia la clase política
y sus gobernantes.
Los
resultados de las últimas
contiendas ponen de manifiesto que es posible, para el Verde Ecologista, ganar
elecciones por la vía
de la mayoría
relativa, hemos demostrado que la participación política
no se trata de prebendas o dádivas
ni de ganar elecciones comprando voluntades: se trata de ideologías firmes y
plataformas sustentadas en el sentir ciudadano. No se trata de mesías políticos ni practicas
demagógicas,
se trata de políticos
con vocación
de servicio y congruentes en su quehacer, capaces de recobrar la confianza
ciudadana abanderando las causas sociales más sentidas de nuestra gente. Hoy, el Verde Ecologista es el
partido de un futuro inmediato, sigamos impulsando su crecimiento por que de
por medio está
México,
la nuestra y las futuras generaciones.
Extracto del Manual de marketing y
promoción
política
del activista VERDE ECOLOGISTA de próxima publicación, realizado por el mismo autor.