Por:LuisVillarreal Gil twitter: @luisvillarrealg
“Sin justicia no hay concordia y sin concordia no hay República”
Esta frase, principio que suscribió Salustio, uno de los más grandes historiadores romanos, la traigo a colación porque hoy como en el inicio de la vida en sociedad, la participación ciudadana es medular para el desarrollo y el progreso, sin embargo, no se han generado los mecanismos adecuados que resulten eficientes para generar en el individuo el interés por la cosa pública.
Para alcanzar la concordia y la justicia es preciso impulsar la participación de los ciudadanos, es necesario que la sociedad se vea más involucrada en los asuntos públicos y participe de manera activa en las acciones de gobierno, a mayor participación ciudadana habrá más y mejores oportunidades de desarrollo y crecimiento y se incrementará con ello también, la calidad y la eficiencia del aparato gubernamental, además de generar las condiciones hacia un estado de bienestar sustentado en la justicia social y la igualdad, una sociedad participativa le otorga legitimidad al Estado y lo vuelve socialmente responsable, cuando la sociedad se decide a participar, no queda más que acatar el designio popular.
Si bien, a la participación ciudadana a la que me refiero en este escrito, es más relacionada a una interacción que tiene que ver con lo individual, familiar y de comunidad con las cuestiones publicas y de gobierno, en México grandes movimientos han marcado la historia de la participación social, por citar algunos, Tlatelolco en el 68, EZLN, derrocamiento del PRI en el 2000, entre otros, los cuales han germinado en el seno social derivados del hartazgo y el cansancio de una condición de vida inadecuada o carente de las condiciones básicas de subsistencia y armonía, los sucesos a los que hago mención son casos extremos y tuvieron múltiples causas, lo cierto es que no se hubieran dado de no haber permeado en la sociedad un interés colectivo de cambio.
Hoy, la sociedad ha caído en el desanimo y en el desinterés con todo aquello que tenga que ver con gobierno, partidos políticos, candidatos, etc., derivado básicamente del contexto social adverso por el que atraviesa el mexicano en donde tras dos sexenios de gobiernos panistas no se ha logrado dar solución de fondo a las necesidades más sentidas de la gente, por el contrario se sigue golpeando la economía familiar con incrementos en la gasolina, la estrategia en materia de seguridad no solo no ha dado resultados sino que ha detonado los índices de la violencia e inseguridad a niveles jamás imaginados, en fin, priva un ambiente de descontento generalizado, ante esto y en el marco del proceso electoral de 2012 es de esperarse que la ciudadanía se manifieste y castigue las acciones del mal gobierno.